Variedad de modelos: Actualmente, los consumidores mexicanos tienen acceso a una amplia gama de opciones que se adaptan a diferentes presupuestos y necesidades.

Reducción de costos: La disminución en los precios de los vehículos eléctricos ha vuelto esta tecnología más accesible y competitiva.

Expansión de infraestructura: El número de estaciones de carga ha crecido un 5.5% en el país, pasando de 44,974 puntos a finales de 2024 a 47,456 en el primer trimestre de 2025

Otra ventaja del uso de los vehículos eléctricos es que están exentos del pago de verificación y tenencia.

Reducción de emisiones: Los VE contribuyen directamente a disminuir la huella de carbono y a cumplir con metas ambientales globales y regulatorias.

Eficiencia operativa: A largo plazo, los costos de mantenimiento y operación de los VE son significativamente menores que los de vehículos de combustión interna.

Mejor percepción de marca: Al adoptar estas tecnologías, las empresas refuerzan su compromiso con el cuidado ambiental, fortaleciendo su reputación ante consumidores más conscientes.

Deducible de impuestos: Las empresas pueden reducir su carga fiscal de forma considerable, liberando recursos para otras inversiones.

Innovación constante: Facilita la innovación de los activos productivos, en donde la tecnología avanza a pasos agigantados, como el transporte, la manufactura, el consumo y más.